martes, 16 de agosto de 2011

Jordi Pigem Apoyo Audiovisual

A lo largo de este Curso de Formadores, hemos accedido a varios videos interesantes para complementar y ampliar los objetivos del mismo; a continuación otro material que recomiendo ampliamente, porque no solo lo veo muy bien planteado, si no, que pienso que es con el que mas me he identificado hasta ahora, por el grado de convergencia entre Espiritualidad y Ciencia que imprime en su exposición Jordi Pigem, en esta conferencia nos describe muy bien la situación actual  del MUNDO y lo importante de nuestra ACCIÓN en este momento historico del planeta.
 Para aquellos que aún no tienen el honor de conocer a este personaje, les presento una breve reseña:

Filósofo de la ciencia y escritor
Jordi Pigem (Barcelona, 1964) es Doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona. Del 1998 al 2003 fue profesor y coordinador del Área de Filosofía del Masters in Holistic Science del Schumacher College en Dartington (Universidad de Plymouth, Inglaterra). Ha sido profesor invitado en la Universidad de Barcelona y ponente en diversas universidades, incluídas las de Columbia y Oxford. En 1999 obtuvo el Premio de Filosofía del Institut d'Estudis Catalans. Fue coordinador de la revista de ecología Integral y editor del volumen Nueva Conciencia (Integral Ed., 1991). Es autor de La odisea de Occidente (Kairós, 1994) y El pensament de Raimon Panikkar (Institut d'Estudis Catalans, 2007), y colabora habitualmente en publicaciones periódicas en catalán, castellano e inglés.



 Una nueva democracia para una nueva realidad

Por Jordi Pigem

 
En el mundo de ayer era sagrado el derecho a la propiedad. En el mundo de hoy es sagrado el derecho a una vida digna.
Martin Luther King pedía en 1967 “una revolución radical de los valores” que nos lleve urgentemente de una “sociedad orientada a las cosas” a una “sociedad orientada a las personas”. Han pasado más de cuarenta años. ¿Por qué seguimos todavía en el mundo de ayer?
En el mundo de ayer, el crecimiento de las personas era menos importante que el crecimiento de la producción. Como la sociedad y el planeta eran meros apéndices de la economía, resultaba aceptable engordar a los bancos a costa de la gente, y, en general, enriquecerse a costa de la sociedad y del mañana. En el mundo de hoy solo puede resultar aceptable lo que beneficie simultáneamente a la sociedad, a las personas y al planeta.
Como las propuestas de los jóvenes (de todas las edades) sentados en las plazas. Propuestas mucho más valientes y sensatas que las de los partidos asentados en el Parlamento. Quienes duermen cerca del suelo viven más de cerca la realidad. Y están mucho más despiertos.
No son antisistema. Los antisistema son quienes dirigen el mundo, con todos sus sistemas y ecosistemas, hacia el colapso.
Toda esta eclosión ha brotado espontáneamente, sin jerarquías, en red, como la vida misma. Con una madurez no-violenta que la distingue de las protestas del último año en Grecia. Con una madurez solidaria que la distingue de la ingenuidad del mayo del ’68. Tenemos internet. Tenemos la madurez de pensar por nosotros mismos, libres de ideologías. Tenemos mayor conciencia.
Una nueva sociedad quiere nacer. Empieza a nacer.
Es tiempo ya de despertar.

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